(misionesonline.net) Con proyecciones de sequía y altas temperaturas para los primeros meses del año, se anticipan desafíos para cultivos clave como el maíz y se destaca la necesidad de implementar estrategias de manejo eficiente del agua y nuevas tecnologías.

José Oleñuk, el agro meteorólogo del INTA y responsable de la Estación Meteorológica en Cerro Azul, brindó un panorama sobre el impacto del clima en la producción agrícola de Misiones. Destacó los desafíos que enfrentarán los productores debido a las altas temperaturas y la sequía proyectada para los primeros meses del año.

«Por ahí un poquito de sequía al comienzo, pero no va a ser malo después», señaló Oleñuk al referirse a las perspectivas para el 2025. Sin embargo, advirtió que enero, febrero y marzo serán meses críticos: «Lamentablemente, va a ser una época bastante seca, porque se estaba pronosticando La Niña desde hace tiempo, aunque parecía demorarse. Ahora estamos sintiendo los efectos con el enfriamiento del Pacífico».

En cuanto al balance del 2024, Oleñuk consideró que fue «relativamente bueno». Explicó que, si bien el año comenzó con el fenómeno de El Niño y continuó en una fase neutral, el cierre estuvo marcado por condiciones de sequía asociadas a La Niña. «Muchos cultivos, como yerba mate, té y pastura, venían bien con las lluvias previas, pero el maíz tardío, que está en floración, podría sufrir las consecuencias de la falta de agua aguda», destacó.

Además, señaló que el cambio climático complicó el panorama agrícola en los últimos años, con eventos extremos que antes no se daban. «Venimos teniendo situaciones difíciles, como varios años consecutivos de sequía. Esto obliga a los productores a ser cada vez más eficientes en el manejo del agua y otros recursos», afirmó.

Entre las estrategias recomendadas para mitigar los efectos del clima, mencionó la importancia de las represas, reservorios de agua y el manejo adecuado de las cuencas hídricas. Sin embargo, subrayó que aún queda mucho por hacer en la provincia. «Ojalá haya planes de ayuda que permitan a los productores trabajar más en estos temas, además de incorporar tecnologías como invernáculos y sistemas de sombra», indicó.

Desde el INTA, Oleñuk destacó el asesoramiento técnico como una herramienta clave para ayudar a los pequeños productores. «Brindamos información sobre el manejo del suelo, las fechas de siembra y el cuidado de las cuencas hídricas. También publicamos estudios climáticos para que los productores puedan tomar decisiones informadas sobre sus cultivos», detalló.

No obstante, reconoció que la adopción de nuevas tecnologías no siempre es sencilla. «Hay productores que llevan años trabajando de una manera determinada, y a veces cuesta incorporar cambios. Es más fácil llegar a las nuevas generaciones a través de escuelas técnicas, donde los jóvenes pueden aprender y llevar ese conocimiento a sus familias», señaló.

En cuanto a las temperaturas, Oleñuk advirtió que los próximos meses estarán por encima de lo normal. «Está proyectado que enero y febrero sean un poco más calurosos de lo habitual», indicó, recomendando a los productores estar preparados para enfrentar este escenario.